La persecución religiosa llevada a cabo por China se extiende a todas las religiones sin discriminación.
Los Testigos de Jehová no solo se enfrentan a una severa represión en China, sino que el Partido Comunista Chino (PCCh) también está apoyando represiones similares en otros países. Tal y como Bitter Winter informó a principios de este mes, un tribunal ruso condenó al ciudadano danés Dennis Christensen, un testigo de Jehová, a seis años de prisión por extremismo. Mientras que organizaciones internacionales y países democráticos condenaban la represión llevada a cabo por Rusia, el sitio web anti-xie jiao relacionado con el PCCh, publicó un artículo en apoyo de Rusia.
La cantidad exacta de testigos de Jehová en China es difícil de determinar, los mismos no están incluidos en la lista de xie jiao, pero sus actividades son consideradas ilegales. Los misioneros extranjeros son considerados «fuerzas hostiles» y, a menudo, son deportados como parte de las campañas chinas tendientes a reprimir la infiltración religiosa extranjera.
El 26 de diciembre de 2018, dos oficiales de policía de una ciudad en la provincia china oriental de Shandong, irrumpieron en el hogar de dos misioneros de los Testigos de Jehová de nacionalidad española, y les hicieron preguntas relacionadas con el trabajo que efectuaban, además de preguntarles por qué se quedaban allí si ganaban tan poco. Posteriormente, los oficiales les ordenaron abandonar China en un período máximo de dos semanas, utilizando el pretexto de que «a los extranjeros no se les permite realizar tareas misioneras».
“Ellos [los misioneros] sintieron que su deportación fue sumamente repentina. Simplemente se habían puesto en contacto con algunas personas para hablar sobre la fe, no existe constancia de que hayan violado alguna norma ni infringido la ley», afirmó un creyente.
«Los misioneros se sentían muy reacios a abandonar China», agregó otro creyente.
En cuanto a los misioneros extranjeros que aún no han sido arrestados o deportados, todavía se enfrentan a un momento difícil. Preocupada por ser perseguida por la policía, una misionera surcoreana le dijo a Bitter Winter que ella es extremadamente cuidadosa cada vez que sale. Otro misionero surcoreano ha padecido múltiples recurrencias de enfermedades gástricas como consecuencia de estar bajo tanta presión y está planeando regresar a Corea del Sur en un futuro próximo.
Para evitar que la policía los descubra cuando se reúnen, los Testigos de Jehová no solo instalaron puertas de seguridad más gruesas en los lugares de reunión, sino que también utilizaron una plancha de cartón pluma de dos metros de alto y diez centímetros de grosor para evitar que se escuchen sonidos.
No obstante, los creyentes no se atreven a cantar en voz alta.
También llevaron a cabo arreglos especiales para que algunos creyentes se queden vigilando la entrada del lugar de reunión, en caso de detectar algún peligro, deberán notificar inmediatamente a los otros para que finalicen la reunión. Los creyentes también realizan gestos con las manos para indicarse que deben apagar las luces.
En mayo de 2018, la policía allanó un lugar de reunión perteneciente a los Testigos de Jehová que se hallaba emplazado en la ciudad de Linyi, en la provincia de Shandong. Sin presentar ninguna credencial, ocho predicadores fueron escoltados hasta la estación de policía local. Las visas de cuatro misioneros japoneses fueron anuladas, y la policía les ordenó que abandonaran China en un plazo de diez días, prohibiéndoles regresar al país para realizar tareas misioneras.
Casi al mismo tiempo, el Departamento de Trabajo del Frente Unido del comité del Partido de la ciudad de Xinxiang, en la provincia china central de Henán, la Buró de Seguridad de Estado municipal y otros departamentos relacionados formaron ocho grupos de trabajo para investigar a los Testigos de Jehová.
El 5 de mayo, los mismos llevaron a cabo una operación concentrada en la cual se allanaron y clausuraron siete lugares de reunión. Un misionero japonés fue detenido durante 15 días, multado con 20 000 yuanes (aproximadamente 2857 dólares), y se le ordenó abandonar el país.
A mediados de octubre de 2018, la policía también allanó un lugar de reunión perteneciente a los Testigos de Jehová emplazado en la ciudad de Harbin, en la provincia china nororiental de Heilongjiang. Oficiales de la estación de policía local y funcionarios de la Agencia de Asuntos Religiosos local irrumpieron en el lugar de reunión y exigieron que todos los creyentes mostraran sus tarjetas de identificación. Tres misioneros surcoreanos fueron llevados a la estación de policía local para ser interrogados y más tarde, durante ese mismo mes, fueron deportados.
En el mes de noviembre, un funcionario gubernamental del distrito de Shuangcheng de la ciudad de Harbin incentivó a los aldeanos a denunciar misioneros extranjeros ante las autoridades tan pronto como los descubran.
Información de Yang Xiangwen