Los nuevos dispositivos especialmente desarrollados permiten que los oficiales de policía tengan acceso a bases de datos de los ciudadanos mediante el uso de reconocimiento facial y otros datos biométricos.
Yang Xiangwen
El nuevo teléfono inteligente jingwutong (literalmente, asuntos y comunicaciones policiales) para los cuerpos de policía fue específicamente desarrollado por el Primer Instituto de Investigación del Ministerio de Seguridad Pública con base en el hardware de Huawei Mate10/10 Pro. Está equipado con un sistema doble: uno es un sistema convencional que utilizan los agentes de policía en la vida diaria y el otro permite tener acceso a la base de datos interna de seguridad pública. Los sistemas no sólo pueden operar de forma segura e independiente, sino que se puede cambiar de uno a otro con un solo clic. Gracias al eficaz reconocimiento facial y a otros elementos biométricos instalados en el teléfono, los oficiales de policía pueden fotografiar a las personas o tomar sus huellas digitales y acceder a su información a partir de la base de datos.
Un documento que detalla el lanzamiento y uso de teléfonos inteligentes Huawei en una ciudad en la provincia de Hebei indica que, por razones de seguridad y confidencialidad, los teléfonos están equipados con tarjetas de autenticación de seguridad compatibles (tarjetas TransFlash con cifrado seguro o certificados digitales móviles para la policía). Todos los oficiales de policía que reciben los teléfonos deben firmar un acuerdo de confidencialidad, el cual les prohíbe prestárselos a otras personas, desensamblarlos o enviarlos a reparar, así como revelar cualquier información acerca de ellos a personas externas. Cualquiera de los delitos antes mencionados es sancionable como filtración de información secreta.
Desde finales de 2018, las instituciones de seguridad pública en múltiples regiones de China llevaron a cabo una adquisición unificada de estos teléfonos celulares y organizaron sesiones especiales de distribución de teléfonos y de entrenamiento para los oficiales. En el mes de diciembre se llevaron a cabo ceremonias sucesivas para distribuir 6000 teléfonos inteligentes Huawei a lo largo de la ciudad de Shantou en la provincia de Guangdong en la parte suroriental de China.
“En el pasado, el Gobierno también adquirió teléfonos ZTE, Coolpad y otros teléfonos celulares, pero, desde 2017, en esencia, sólo ha adquirido teléfonos de Huawei”, dijo un oficial de seguridad pública de la provincia de Hebei en el norte de China. Añadió que, gracias al software integrado de búsqueda que tiene el nuevo teléfono Huawei, toda la información sobre cada persona –desde un niño que nació hace 28 días y acaba de recibir un certificado de nacimiento– es accesible a los oficiales a través de la plataforma, donde las autoridades han estado recopilando extensamente información a lo largo de los últimos años.
“Sin importar cuánto hayan alterado su apariencia las personas sospechosas, tan pronto como sus ojos son expuestos, al cabo de dos minutos de que la foto se toma, el oficial puede ver la dirección de una persona, su nombre, edad, altura, ocupación, los miembros de su familia, su expediente delictivo e, incluso, en qué hoteles se ha hospedado previamente. Tan pronto como se determina su identidad, el oficial puede arrestar a la persona de inmediato”, abundó el oficial acerca de las características del teléfono inteligente.
La estación de policía donde trabaja este oficial está exigiendo a su personal que utilice el teléfono inteligente para confirmar la información de cualquier persona sospechosa. Entre ellos están los uigures, que a menudo son considerados terroristas y son puestos bajo supervisión, algunos grupos religiosos que han sido designados como xie jiao y han sido incluidos entre los principales blancos de “la limpieza del crimen organizado y la campaña para eliminar el mal” o activistas de derechos acusados de ser “fuerzas oscuras y malignas”.
Un cristiano de una Iglesia doméstica contó a Bitter Winter que, cuando fue arrestado en un sitio de reunión el año pasado, fue precisamente este tipo de dispositivo el que la policía utilizó para tener acceso a su información desde el sistema de seguridad pública a través de ingresar su nombre completo.
El teléfono Huawei también puede usarse para acceder a la información sobre autos y vehículos eléctricos. Un oficial de policía de la ciudad de Hangzhou en la provincia oriental de Zhejiang contó a Bitter Winter que, cuando obtienen una placa para un vehículo eléctrico, los propietarios deben proporcionar su identificación y son fotografiados junto con el vehículo, y se guarda en la base de datos una copia de respaldo de la foto. Tan pronto como se escanea una placa utilizando el teléfono inteligente de la policía, toda la información que pertenece a la persona registrada se mostrará en el dispositivo.
Similar a la aplicación móvil Xuexi Qiangguo (Estudio de Xi, Nación Fuerte), algunas autoridades locales incluso han diseñado una función para acumular puntos en los teléfonos inteligentes Huawei, lo cual alienta a los oficiales de policía a familiarizarse más con este equipo de alta tecnología lo antes posible. Cuantas más veces lo utilicen, mayor número de puntos acumulan. Por ejemplo, si un oficial de policía lo utiliza para verificar la información contenida en la identificación de una persona o un vehículo, él/ella recibirá dos puntos. Se adjudica la misma cantidad de puntos a cada comentario que se hace en una plataforma especial de discusión de la policía a la cual se accede a través del teléfono. Los policías con la puntuación más alta son elogiados y recompensados. En contraste, en los casos en los que información haya sido filtrada utilizando una terminal móvil de policía, los responsables recibirán un castigo.
China ha creado el sistema de vigilancia más extendido del mundo al utilizar tecnologías y sistemas de punta que emplean Inteligencia Artificial (IA) avanzada para procesar y analizar grandes cantidades de datos recopilados mediante reconocimiento facial, muestreo de ADN, biometría, GPS, cámaras CCTV de alta resolución colocadas en todas partes, aplicaciones de teléfonos móviles intrusivas, software de computadoras de escritorio, televisores inteligentes y drones.