Revista sobre \n la libertad religiosa y \n los derechos humanos en China
Las personas que realizan ofrendas y sacrificios o rezan para obtener bendiciones son castigadas como parte de la campaña implementada por las autoridades para «eliminar la superstición feudal».
Mientras los funcionarios libran una guerra contra las religiones populares y luego de proteger el templo durante un mes, los residentes de una aldea del condado de Nanfeng, en Jiangxi, lo ven convertido en escombros.
Activos durante generaciones, los lugares de culto pertenecientes a las religiones autóctonas están siendo demolidos a lo largo de todo el país, y las autoridades afirman que los mismos son ilegales.
Un templo en la provincia de Fujian fue totalmente destruido debido a los planes de las autoridades locales de utilizar su terreno para un desarrollo inmobiliario con compañías privadas.
Un total de 300 miembros del personal fueron enviados a demoler el santuario en Henán en la víspera del más grande festival de China.
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