Revista sobre \n la libertad religiosa y \n los derechos humanos en China
Kazajistán se está convirtiendo en el epicentro de una dramática confrontación entre activistas musulmanes, defensores de derechos humanos, y la diplomacia al estilo chantaje chino.
En una carta enviada a Bitter Winter, un kazajo étnico de Sinkiang habla sobre persecución, humillación y tortura.
Ciudadanos kazajos viajan a China para visitar a sus familiares, planeando regresar a sus hogares luego de unos pocos días. Algunos nunca regresan. La abogada Umarova pide ayuda a través de un video.
Diez ONG le escriben al nuevo presidente de Kazajistán, exigiendo libertad y protección para una mujer que escapó de China y para el activista que la defendió.
Bajo el pretexto de «desradicalización», el PCCh ha extendido su control sobre la población de Sinkiang a todos los aspectos de la vida diaria.
En un mensaje de voz, Serikzhan Bilash, arrestado por informar sobre el maltrato llevado a cabo por China contra los uigures de Sinkiang, revela los detalles de su detención.
Las autoridades de Sinkiang detuvieron a Dilshat Oralbai a principios de 2018, junto con sus dos hermanas y un hermano. Activistas y familiares luchan por su liberación.
Serikzhan Bilash, líder de la ONG Atajurt, denunció el maltrato y tortura de 10 000 kazajos en los campamentos de “transformación por medio de educación”.
En agosto de 2018, todos celebramos la decisión de Kazajistán de no deportar a China a esta valiente refugiada musulmana. Pero Pekín no se rindió y ella está nuevamente en riesgo.
En enero, la policía arrestó a una mujer kazaja musulmana procedente del condado de Manás. La misma continúa detenida hasta el día de hoy.
En una decisión esperada con interés en los círculos políticos y diplomáticos, el Tribunal de Zharkent, Kazajistán, ha dictaminado que una mujer musulmana china, que ingresó ilegalmente al país, no debería ser deportada a China donde enfrentaría encarcelamiento y tortura.
En un juicio de gran repercusión mediática, una mujer china musulmana, de etnia kazaja y que escapó a Kazajistán con documentos falsos, corre el riesgo de ser repatriada a China.
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