Como continuación de la Reunión Ministerial para Promover la Libertad Religiosa celebrada en Washington D.C. en el año 2018, un evento inaugurado por el presidente de Taiwán denuncia la persecución llevada a cabo en China.
Massimo Introvigne
El 11 de marzo de 2019, el presidente taiwanés Tsai Ing-wen inauguró el evento titulado «Un diálogo de la sociedad civil sobre la seguridad de la libertad religiosa en la región del Indo-Pacífico» en el hotel Howard Plaza emplazado en Taipei, Taiwán. El evento fue pensado como una continuación de la Reunión Ministerial para Promover la Libertad Religiosa del 2018 organizada por el Departamento de Estado de los Estados Unidos en Washington D.C., a la cual asistieron representantes de 82 países. El embajador extraordinario de los Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional, Sam Brownback, fue el orador principal. El diálogo continuó el 12 de marzo con sesiones a puerta cerrada. Quien suscribe, la editora adjunta Rosita Šorytė y el editor a cargo Marco Respinti asistieron al evento en representación de Bitter Winter.
«En los países donde se suprimen los derechos humanos y los valores democráticos, dijo el presidente Tsai, los Gobiernos ejercen discriminación y violencia contra personas que solo desean seguir practicando su fe. En esos países, las organizaciones religiosas están siendo perseguidas, las estatuas e íconos religiosos están siendo destruidos, los líderes religiosos son obligados a exiliarse, y las personas son recluidas en campamentos de reeducación y obligadas a romper sus tabúes religiosos». El presidente de Taiwán concluyó afirmando que el evento espera «llevar libertad religiosa a los oprimidos, esperanza donde hay desesperación y luz donde hay oscuridad».
Aunque también se mencionó a Birmania como un país especialmente preocupante y se mencionaron situaciones específicas en Pakistán, Indonesia y Vietnam, sería justo decir que la mayor parte de la conferencia se centró en China. El embajador Brownback y la líder uigur Rushan Abbas denunciaron enérgicamente el drama que están atravesando un millón de uigures que se encuentran detenidos en campamentos de «transformación por medio de educación». En un momento emotivo, Abbas agradeció a Bitter Winter por sus informes y videos del interior de los temidos campamentos de Sinkiang, y pidió a la asamblea expresar su solidaridad a los reporteros de Bitter Winter arrestados y detenidos en China. El evento coincidió con el 60.o aniversario de la Batalla de Lhasa, que se conmemoró señalando que, sesenta años después de esos dramáticos eventos, la situación de la libertad religiosa en el Tíbet se está deteriorando en lugar de mejorar.
Necesariamente un foro regional de dos días de duración solo puede describir la punta del oscuro iceberg chino de la persecución religiosa. Católicos disidentes, kazajos étnicos en Sinkiang, budistas y taoístas cuyas estatuas son destruidas, musulmanes no uigures, e incluso la pequeña comunidad de judíos de Kaifeng también han sido colocados en la mira. Y ninguna descripción de libertad religiosa, destaqué, puede estar completa sin recordar que, los grupos catalogados como xie jiao y totalmente prohibidos son hoy en día los más perseguidos, junto con los budistas tibetanos y los musulmanes de Sinkiang, destacando a la Iglesia de Dios Todopoderoso por la cantidad récord de detenidos y torturados.