Las autoridades del PCCh están intensificando las campañas antirreligiosas en las escuelas, organizando marchas y haciendo que los padres mantengan a sus hijos alejados de la iglesia.
Wang Yichi
El Partido Comunista Chino (PCCh) está utilizando una gran variedad de pretextos para reprimir a las religiones. A través de campañas a nivel nacional altamente publicitadas, tales como «erradicar el crimen de pandillas y eliminar el mal» o mediante la represión de movimientos religiosos listados como xie jiao, las autoridades están tratando de legalizar sus acciones haciendo creer que las religiones son peligrosas, y que su supresión es algo que se efectúa por el bien común y es vital para el bienestar de la sociedad. La manipulación de la mente de las personas es más efectiva si se inicia desde una edad temprana, esta es la razón por la cual las autoridades chinas han incrementado sus iniciativas antirreligiosas en escuelas y en campus universitarios, convirtiéndola en una de sus principales prioridades.
Campaña tendiente a «erradicar el crimen de pandillas y eliminar el mal» ingresa a las escuelas
El 4 de abril de 2019, se colocó en el edificio de enseñanza de una escuela primaria emplazada en el distrito de Suiyang de la ciudad de Shangqiu, en la provincia china central de Henán, un cartel que decía: «Acoged resueltamente al Comité Central del Partido Comunista y al plan estratégico del Consejo de Estado para poner en marcha una batalla especial tendiente a erradicar el crimen de pandillas y eliminar el mal”. El mismo día, la escuela hizo arreglos para que todos sus estudiantes y maestros firmaran un compromiso conjunto en el que prometían «no ingresar a lugares religiosos».
Casi al mismo tiempo, la Escuela Secundaria Nro. 2 emplazada en el municipio de Lema, una división administrativa del distrito de Suiyang, realizó una campaña de firma conjunta similar.
Un estudiante afirmó con impotencia: «Ni siquiera sabemos qué es la religión. El director acaba de decir que no podríamos irnos hasta que firmemos y coloquemos nuestros nombres. Primero firmaron los maestros y luego nosotros. Mientras firmábamos, los maestros nos observaban desde un lado y nos tomaban fotos. No teníamos otra opción, tuvimos que firmarlo».
Padres obligados a prometer mantener a sus hijos alejados de la religión
Del 22 de marzo al 4 de abril, al menos 26 escuelas emplazadas en el área administrativa de la ciudad de Lingbao de la provincia de Henán, hicieron que los padres de los estudiantes se unieran a la campaña antirreligiosa firmando un compromiso en el que prometían no permitir que sus hijos formaran parte de ninguna actividad religiosa, además de mantenerlos alejados de lugares religiosos.
Vídeo: Un cartel en el que se boicoteaba a la religión, firmado por alumnos de una escuela primaria, fue colocado en el muro de una escuela.
Algunas escuelas incluso hicieron que los padres y sus hijos posaran para una foto, sosteniendo en sus manos el compromiso que habían firmado. También se les exigió enviar la foto al grupo de WeChat de la escuela como una forma de apoyar la campaña. A los padres que no cooperaban se los amenazó con ser «invitados a la escuela para hablar».
Los padres de algunos estudiantes han expresado su insatisfacción al respecto. Un padre cristiano afirmó que la Constitución del Estado estipula expresamente la libertad de creencias, pero a los niños no se les permite creer en la religión ni participar en ninguna actividad religiosa. «¿Acaso esto no es deshonesto y engañoso?», preguntó el padre.
Directores de escuelas organizan marchas para boicotear a los xie jiao
Otras escuelas están desarrollando actividades antirreligiosas más creativas, tal y como sucedió con una escuela primaria emplazada en la provincia china suroriental de Jiangxi, que organizó a sus estudiantes para que marcharan por las calles. El 19 de marzo, el director de esta escuela, ubicada en el poblado de Raobu, condado de Poyang, bajo la jurisdicción de la ciudad de Shangrao, organizó a los estudiantes para que tocaran tambores y cantaran consignas por las calles del poblado, tales como: “Resiste la superstición. Cree en la ciencia. Boicotea al xie jiao”. Los estudiantes también distribuyeron folletos de propaganda antirreligiosa entre los transeúntes.
Esa misma tarde, el director de otra escuela primaria cercana también llevó a sus estudiantes para que marcharan en una manifestación.
Algunos residentes criticaron este enfoque implementado por las escuelas. Los mismos comentaron: “Se supone que una escuela es un lugar para estudiar. ¿Cómo pueden las escuelas convertirse en un frente de propaganda para que el Gobierno boicotee las creencias religiosas? Al organizar marchas y alentar a los estudiantes para que discriminen a la religión, estos niños están siendo sometidos a un intenso adoctrinamiento».