A fin de intimidar a las iglesias no registradas emplazadas en la provincia de Zhejiang, los funcionarios locales ordenan despojar a las mismas de sus cruces y de otros símbolos religiosos y clausurar sus lugares de reunión.
por Zhao Mingzhe
El 9 de junio, funcionarios del Gobierno del condado de Ninghai, en la provincia oriental de Zhejiang, acompañados por miembros del personal de la Agencia de Asuntos Religiosos y una docena de trabajadores, irrumpieron en un lugar perteneciente a la antigua Iglesia Local. El principal objetivo de la redada era hacer que su director se uniera a la Iglesia de las Tres Autonomías estatal.
La antigua Iglesia Local es un movimiento religioso cristiano chino que sigue las enseñanzas de Watchman Nee (Ni Tuosheng, 倪 柝 聲, 1903–1972). Debido a su negativa a unirse a la Iglesia oficial, el movimiento se convirtió en blanco de la persecución del Gobierno, dando lugar a la clausura masiva e incluso a la demolición de sus lugares de reunión.
Un miembro de la congregación le dijo a Bitter Winter que uno de los funcionarios amenazó con encarcelar al director si continuaba negándose a ser controlado por el Estado. “Los funcionarios afirmaron que, si no forma parte de la Iglesia de las Tres Autonomías, nuestra iglesia es un xie jiao”, recordó el creyente. «Si nos registramos e izamos la bandera nacional, aceptando el control gubernamental, nuestra Iglesia no será tratada como una ‘secta'».
A pesar de las intimidaciones y las amenazas, el director no cedió. En respuesta, los funcionarios ordenaron demoler la cruz del lugar y quitar el podio, todos los símbolos religiosos y los carteles. Todos los escritorios y sillas fueron sacados del lugar, y las puertas fueron cerradas con candado y selladas con tiras de papel.
“Mientras demolían la cruz, nosotros, los creyentes ancianos, nos arrodillamos para orar entre lágrimas”, relató el creyente. “Sentíamos dolor en nuestros corazones cada vez que la golpeaban. No pudimos hacerles frente y evitar la demolición forzosa”.
El creyente también le dijo a Bitter Winter que los funcionarios habían presionado repetidamente a la iglesia para que se uniera a la Iglesia de las Tres Autonomías, prohibiendo la celebración de reuniones en el lugar hasta que se cumplieran sus requisitos. Las autoridades exigieron erigir e izar la bandera nacional, exhibir retratos de los presidentes Xi Jinping y Mao, instalar cámaras de vigilancia, permitir que los clérigos aprobados por el Gobierno prediquen en la iglesia, que el Gobierno controle las finanzas de la misma y prohibir el ingreso de menores de 18 años.
«No aceptaremos estos requisitos», afirmó el creyente con determinación.
El 9 de junio, otro lugar perteneciente a la antigua Iglesia Local emplazado en el condado de Ninghai fue allanado para que se uniera a la Iglesia de las Tres Autonomías. Funcionarios locales, policías y más de 20 trabajadores contratados irrumpieron en el mismo, destrozaron salvajemente el atril y el piso y quitaron la cruz del techo. Los mismos le dijeron a la congregación que derribarían las cruces de 27 iglesias de la zona.
El 16 de junio, trabajadores contratados por el Gobierno destrozaron y quitaron el atril y el piso de un remoto lugar perteneciente a la antigua Iglesia Local emplazado en el condado y los arrojaron al patio porque los encargados del mismo se negaron a colocar retratos de Xi Jinping y Mao Zedong.
El 12 de junio, más de 20 funcionarios y trabajadores locales portando martillos, palas y otras herramientas irrumpieron en un lugar perteneciente a la antigua Iglesia Local emplazado en el poblado de Dajiahe del condado. Demolieron la cruz y quitaron los enormes caracteres chinos que significaban «Dios ama al mundo» que se hallaban situados en el muro exterior del lugar. Las salas de reuniones situadas en el segundo y tercer piso del lugar fueron clausuradas.
Ese mismo día, más de diez funcionarios y trabajadores retiraron la cruz de un lugar perteneciente a la Iglesia adventista del séptimo día emplazado en la zona. Los mismos también destrozaron el podio y la caja de donaciones, derribaron los símbolos religiosos de los muros y confiscaron varios libros religiosos. Un funcionario filmó todo el proceso y explicó que dicha grabación sería «enviada a sus superiores como prueba de la finalización de la tarea».
Un miembro de la congregación recordó que los funcionarios les advirtieron que cualquier lugar religioso que no esté aprobado por el Estado y que no cuente con un certificado de registro de lugar de actividad religiosa no puede celebrar reuniones, y que todos sus pertenencias deben ser eliminadas.