Una nueva reglamentación sobre religión limita la mención de la religión en cualquier plataforma de Internet a solo unas pocas organizaciones controladas por el gobierno que recibirán una licencia especial para llevar a cabo actividades web muy limitadas. Todas las demás, así como también los individuos, serán castigados incluso por publicar una imagen de alguien rezando, siendo bautizado o quemando incienso en un templo.
por Massimo Introvigne

El Partido Comunista Chino (PCCh) ha publicado esta semana un borrador con lineamientos sobre regulación de información religiosa en línea, dejándolo abierto para recibir comentarios hasta el 9 de octubre. El mismo fue presentado como «una de las regulaciones» (no la única) que implementa la nueva ley religiosa que entró en vigor el 1 de febrero de 2018.
El proyecto de reglamentación trata sobre «información religiosa que incluye a las doctrinas religiosas, la cultura, el conocimiento y las actividades promovidas a través de mensajes instantáneos y varias plataformas de redes sociales, ya sea en forma de mensajes de texto, fotos, audio y video».
Solo las organizaciones religiosas controladas por el gobierno que apliquen para «licencias de departamentos provinciales sobre asuntos religiosos», y se les otorguen estas licencias, podrán publicar contenido religioso en línea. Pero ni siquiera todas las comunidades religiosas controladas por el gobierno recibirán estas licencias, y aún deberán enfrentar una serie de limitaciones. En cuanto a todas las demás, y a todas las personas sin excepción, el hecho de publicar contenido en línea relacionado con religión será considerado un delito grave.
En cuanto a las autorizadas, se les «prohíbe llevar a cabo promociones comerciales en nombre de la religión, ya sea distribuyendo suministros y publicaciones religiosas, estableciendo organizaciones y lugares religiosos, y haciendo proselitismo religioso». Obviamente, cualquier comunidad religiosa «que se oponga al liderazgo del PCCh» será proscripta de Internet de una vez y para siempre.
A las organizaciones religiosas autorizadas se les «permitirá predicar y ofrecer capacitación religiosa solo en sus propias plataformas de red basadas en sistemas de registro de nombres reales». Los usuarios individuales de internet no podrán «publicar o republicar contenidos religiosos en Internet».
«Ninguna organización o individuo», incluidos aquellos autorizados, «podrán transmitir o difundir actividades religiosas, entre las que se incluyen rezar, quemar incienso, rendir culto o recibir el bautismo en línea, en forma de texto, foto, audio o video».