La mayor parte de los detenidos habían sido monitoreados durante días, y algunas personas de edad avanzada fueron torturadas para que revelaran información sobre sus compañeros de fe.
por Yao Zhangjin
En medio del brote de coronavirus, la Iglesia de Dios Todopoderoso (IDT), el movimiento religioso más perseguido en China, y otros grupos prohibidos siguieron siendo los principales objetivos de la persecución religiosa del Partido Comunista Chino (PCCh). Un infiltrado en el Gobierno le reveló a Bitter Winter que el régimen de China planea «erradicar completamente» a la IDT para fines de 2020.
En el mes de febrero, 98 creyentes de la IDT fueron arrestados en Deyang, Neijiang y en otras ciudades de la provincia suroccidental de Sichuan. En el mes de mayo, el Gobierno provincial puso en marcha otra operación de arresto en Guang’an, Dazhou y en otras ciudades, resultando en el arresto de al menos 40 creyentes de la IDT, la mayoría de los cuales tenían más de 60 años. Algunos de ellos fueron torturados durante los interrogatorios.
Once creyentes fueron arrestados en Guang’an el 22 de mayo. Una anciana, creyente de la IDT, le dijo a Bitter Winter que, poco después de las 6 de la mañana de ese día, unos fuertes golpes en la puerta la despertaron. Cuando abrió la puerta, cuatro policías irrumpieron en su hogar y lo registraron, sin mostrarle ningún tipo de documentación. La mujer fue llevada a una estación de policía, donde permaneció esposada a un dispositivo de tortura llamado «banco de tigre» durante nueve horas.
A principios de ese mes, otro creyente de la IDT de aproximadamente 70 años fue arrestado y luego torturado para obligarlo a revelar información sobre sus compañeros de fe. «Los oficiales llamaron a dos doctores, los cuales me inyectaron un líquido en la boca», recordó el creyente. “Luego me esposaron a un banco de tigre que estaba conectado a la electricidad, inmovilizando mis brazos y piernas. El interrogatorio comenzó a las 4 de la tarde y alrededor de las 10 de la noche los oficiales encendieron un interruptor y sentí una severa descarga eléctrica que provocó que me desmayara. Me interrogaron para que revelara información sobre mis hermanos y hermanas de la Iglesia. Luego de recuperar la conciencia, descubrí que aún estaba esposado al banco de tigre”.
En los meses de abril y mayo, a lo largo de toda la provincia oriental de Jiangsu, se pusieron en marcha operaciones de arresto contra creyentes de la IDT. Un funcionario del Gobierno de Nanjing, la capital de la provincia, le reveló a Bitter Winter que, en la mayoría de los casos, se utilizó tecnología de vigilancia para rastrear y arrestar a los creyentes. Un oficial de policía afirmó que estaban efectuando arrestos según una lista de 180 creyentes que residen en Nanjing, Yancheng, Zhenjiang y en otras ciudades. Del 6 al 7 de mayo, al menos 20 creyentes de la IDT fueron arrestados en el distrito de Qixia de Nanjing y en Jurong, una ciudad a nivel de condado administrada por Zhenjiang.
El 2 de abril, 11 creyentes de la IDT fueron arrestados en las ciudades de Yancheng y Xuzhou. Luego de ser liberado, un anciano creyente le dijo a Bitter Winter que había sido interrogado en un hotel. Los oficiales de policía lo obligaron a revelar el paradero de los líderes de la Iglesia y la ubicación del dinero. Los mismos le mostraron más de 20 fotos que habían tomado durante la vigilancia, exigiéndole que identificara a los creyentes de la IDT.
Una creyente de la IDT que fue arrestada en el mes de abril, afirmó que durante su interrogatorio, los agentes de policía le dijeron que continuarían «arrestando incesantemente a los creyentes de la IDT».
El 31 de mayo, el Gobierno de Jiangxi, una provincia situada en el sureste de China, puso en marcha una operación de arresto contra los creyentes de la IDT en las ciudades de Jiujiang, Ji’an y Yichun. Al menos 32 personas fueron arrestadas en un plazo de dos días y 120 000 yuanes (alrededor de 16 950 dólares) fueron confiscados durante los registros de sus hogares.
Un oficial de policía que participó en la operación reveló que algunos creyentes habían sido monitoreados durante más de 20 días antes de ser arrestados. «Todos los que se sabe que son creyentes de la IDT serán rastreados», añadió el mismo.