Ampliando la persecución de los lugares religiosos, el PCCh les exige contribuir con el fondo de ayuda para el coronavirus, o de lo contrario, no se les permitirá reabrir sus puertas luego del levantamiento del cierre de emergencia.
por Jiang Tao
«Cinco yuanes por cuatro bollos rellenos al vapor», una monja budista les ofrece sus productos a los transeúntes presentes en las calles de Chengshan, un poblado de la ciudad a nivel de condado de Zhuanghe, en la provincia de Liaoning. Al Templo de Fahua emplazado en la aldea de Gucheng del poblado, de donde es oriunda la monja, aún no se le ha permitido reabrir sus puertas luego del brote de coronavirus. Dado que la mayoría de los templos viven de las donaciones efectuadas por los visitantes y los creyentes, ahora deben hallar otros medios para generar ingresos y poder sobrevivir —tales como la venta de bollos vegetarianos en la calle—.
En el mes de mayo, el cuidador de un templo budista emplazado en la ciudad de Xiantao, de la provincia central de Hubei, recibió una notificación de la Agencia de Asuntos Religiosos local, en la que se le exigía al templo efectuar donaciones a las zonas más afectadas por el brote de coronavirus.
«Vivo una vida difícil y no tengo dinero para donar», afirmó el cuidador con impotencia. El templo ha permanecido cerrado desde el 24 de enero y no ha recibido donaciones, el cuidador sobrevive gracias a la comida donada por los creyentes. «Es suficiente para mí, pero la exigencia gubernamental de donar para el alivio de la epidemia me ha puesto en dificultades», continuó afirmando el hombre. «Recopilan información sobre las contribuciones de los templos y, si no efectuamos un pago, seremos sancionados e incluso clausurados».
El director de una iglesia de las Tres Autonomías emplazada en Heze, una ciudad a nivel de prefectura de la provincia oriental de Shandong, explicó que a las iglesias estatales también se les exige recaudar dinero para las zonas afectadas por el coronavirus. El mismo añadió que funcionarios de la Agencia de Asuntos Religiosos local amenazaron con clausurar una gran cantidad de iglesias si no efectuaban donaciones.
En el mes de febrero, las autoridades del poblado de Zhangcun, administrado por la ciudad de Dengzhou, en la provincia central de Henán, emitieron cuotas de donación que oscilaban desde 4000 hasta 10 000 yuanes (entre 560 y 1400 dólares) destinadas a las iglesias de las Tres Autonomías. Las congregaciones no estaban dispuestas a darle dinero al Gobierno, razón por la cual solicitaron que les permitieran depositar sus contribuciones directamente en las cuentas bancarias de las víctimas de la pandemia, pero los funcionarios de los departamentos de asuntos religiosos se negaron.
El 3 de febrero, algunas iglesias de las Tres Autonomías emplazadas en Xianju, un condado administrado por la ciudad de Taizhou en la provincia oriental de Zhejiang, recibieron notificaciones procedentes del Gobierno del poblado y de los dos consejos cristianos chinos, en las que se le exigía a cada miembro de la congregación que donara 100 yuanes (alrededor de 14 dólares) para Wuhan, el epicentro del brote de coronavirus.
«Los feligreses de la ciudad de Hangzhou en Zhejiang también se vieron obligados a efectuar donaciones», explicó el director de una iglesia de las Tres Autonomías emplazada en la ciudad. «Algunos miembros de la congregación de edad avanzada viven solos y no tienen fuentes de ingresos, pero también se ven obligados a donar dinero».
Los lugares de culto existentes en China también son explotados en tiempos normales, no solo durante una pandemia. Los mismos se ven obligados a contribuir con el alivio de la pobreza o con otros proyectos «benéficos» del Gobierno.
«El año pasado, la Agencia de Asuntos Religiosos nos exigió recaudar dinero para arreglar un tobogán situado en un patio de juegos de un jardín de infantes», le dijo a Bitter Winter el diácono de una iglesia de las Tres Autonomías emplazada en la ciudad de Zhumadian de Henán. «Los departamentos gubernamentales nos exigen efectuar donaciones de caridad cada año. Si nos negamos, nuestra iglesia será clausurada».
Según la Encuesta sobre religiones de China del año 2015, realizada por la Universidad Renmin de China, los miembros del clero de las cinco religiones oficiales de China reciben, en promedio, 506 yuanes (alrededor de 70 dólares) en concepto de salario mensual. El cuarenta y uno por ciento no tiene seguro de vejez. Los monjes budistas generalmente reciben 397 yuanes (alrededor de 50 dólares) por mes, mientras que un templo budista generalmente debe donar 41 000 yuanes (alrededor de 5800 dólares) para caridad por año.