Las representaciones teatrales han sido utilizadas como una herramienta de propaganda desde la Revolución Cultural para vilipendiar a los enemigos del PCCh, incluidas las religiones, a los ojos de las masas.
por Wang Yong
«¿Gracias al Señor? ¿Dónde está el Señor? Debes trabajar para vivir. Debes agradecer al Partido y al Gobierno», afirmó un actor que interpretaba el papel de secretario de una aldea del Partido Comunista Chino (PCCh) desde un escenario emplazado en el condado de Fenyi en Xinyu, una ciudad a nivel de prefectura de la provincia suroriental de Jiangxi. La obra, la cual cuenta la historia de una familia cristiana que ha sido sacada de la pobreza gracias al apoyo del Gobierno, ha estado recorriendo las aldeas del condado desde fines de 2019. Los funcionarios locales instan a los aldeanos a ver la obra.
«El Gobierno de la ciudad de Xinyu invitó a nuestra compañía a actuar. Se nos pidió que promoviéramos la idea de que el Partido Comunista es bueno y de que creer en Dios es algo supersticioso, por lo cual los que lo hacen son ‘víctimas desafortunadas’ y deben abandonar su fe», le dijo a Bitter Winter un empleado de la compañía. «Hemos dirigido y lanzado la obra con todos los costos cubiertos por el Gobierno».
A lo largo de toda China se están llevando a cabo representaciones propagandísticas similares en formato de óperas, representaciones teatrales y parodias, presionando a la gente a reemplazar sus creencias religiosas por el culto al Partido Comunista.
En una de las parodias, un secretario del Partido visita a un cristiano enfermo y le pregunta: «¿Puede realmente el cristianismo curar a la gente, aliviar la pobreza y ayudarles a hacerse ricos?». Posteriormente, continúa diciendo que sólo el apoyo y la atención del PCCh ayudan a la gente a curarse. Otras actuaciones propagandísticas afirman que el cristianismo no les permite a los creyentes buscar atención médica ni ganarse la vida.
Vídeo: En una parodia en la que se denigra al cristianismo, un secretario del Partido dice: «¿Puede realmente el cristianismo curar a la gente? ¿Puede ayudarte a aliviar la pobreza y hacerte rico?».
Un miembro de una compañía que actúa en el poblado de Lefeng del condado de Poyang, en la provincia de Jiangxi, le dijo a Bitter Winter que su obra promueve las políticas antirreligiosas del PCCh. «El objetivo es hacer que la gente agradezca al Partido y siga su dirección», afirmó, añadiendo que, desde junio de 2019, han actuado en más de una docena de aldeas.
«Hay una escena en la obra que muestra una cruz siendo derribada; la misma le causa mucho dolor a la gente religiosa», afirmó un cristiano que vio la actuación. «El Gobierno quiere que abandonemos nuestra fe y que solo creamos en el Partido Comunista».
En el denominado documento central n.º 1 del PCCh, publicado en el año 2018, titulado Opiniones sobre la implementación de la estrategia de vitalización rural, la represión de las actividades religiosas en las zonas rurales fue designada como una de las principales tareas de las autoridades locales. Desde entonces, el PCCh ha aprobado una serie de documentos que consideran a las religiones en las aldeas y comunidades como una de las principales amenazas para la estabilidad del régimen.
El artículo 15 del Reglamento sobre el trabajo efectuado por el Partido Comunista Chino en las zonas rurales, el cual entró en vigor el 19 de agosto de 2019, insta a «prohibir resueltamente todos los tipos de actividades ilegales de propagación religiosa y a consolidar el poder a nivel de las comunidades rurales».
De acuerdo con un documento titulado Cómo lidiar con los graves problemas de la situación religiosa, publicado por el Gobierno de un condado de la provincia central de Henán a principios de 2019, » la religión está compitiendo con el Partido en todos los ámbitos del terreno ideológico y en el corazón de las personas», lo cual se ha convertido en un problema que el Gobierno necesita resolver urgentemente. Para detener «la propagación del cristianismo a lo largo de las vastas áreas rurales», el documento exige que se «organicen diversas actividades culturales, que se haga un lanzamiento generalizado de los ‘domingos felices’, eventos que promuevan la cultura, la ciencia y la tecnología y la salud en las áreas rurales y otras actividades; que se organicen eventos culturales durante las festividades religiosas y los domingos para eliminar la influencia de la religión».
Al mismo tiempo que boicotean la religión, las autoridades han intensificado sus esfuerzos para promover las políticas del Partido y el liderazgo del presidente Xi Jinping, a fin de afirmar su posición inquebrantable en las zonas rurales. Durante una actuación en el poblado de Lefeng, en Poyang, un presentador cantó en el escenario: «Arremánguense y trabajen duro. Sigan avanzando para desafiar al mundo. China es cada vez más grande y más fuerte. No tenemos miedo de sudar y de derramar sangre. Sigan al tío Xi y trabajen duro».
Video: Un presentador canta, «Sigan al tío Xi y trabajen duro».
Cuando un espectador le preguntó a un funcionario de la aldea si la gente podía recuperar el 50% de sus gastos a través de un subsidio agrícola gubernamental, tal y como se anunciaba en la obra, el mismo se rio y dijo: «De ninguna manera. Toda la inversión estará a tu cargo. Ni un centavo menos. Es sólo una actuación. No es más que una tarea política».
El PCCh ha utilizado durante mucho tiempo la realidad de la vida cotidiana de la gente para incitar a las masas a rechazar a los «enemigos» del Partido y para adoctrinarlos con sus políticas. Durante la Revolución Cultural, la ópera «La chica de pelo blanco» creada en 1945 para elevar el espíritu revolucionario del pueblo e incitar su odio hacia los terratenientes, fue una de las favoritas personales de Mao Zedong. Gracias a ella, incluso hoy en día, la palabra «terrateniente» suscita sentimientos de indignación entre numerosos chinos de edad avanzada.