Presentada como una medida de prevención contra la propagación del coronavirus, se instalaron una gran cantidad de cámaras en los lugares religiosos de China. Los creyentes temen que permanezcan allí para siempre.
por Ye Ling
A pesar de que las restricciones implementadas a causa del coronavirus comenzaron a disminuir para las empresas y los lugares públicos emplazados a lo largo de toda China, los lugares de culto permanecieron cerrados. Además de eso, las autoridades chinas intensificaron sus medidas de vigilancia, amenazando a las congregaciones con cerrar permanentemente sus iglesias, mezquitas y templos si intentaban organizar reuniones.
Instalaciones apresuradas en lugares cuidadosamente seleccionados
En el mes de abril se instalaron cámaras de reconocimiento facial de alta calidad en al menos 40 lugares religiosos emplazados en Zhongwei, una ciudad a nivel de prefectura de la Región Autónoma Hui de Ningxia.
«Estas costosas cámaras están siendo instaladas en medio de la pandemia a lo largo de toda la región por orden del Departamento de Seguridad Pública», le dijo una fuente local a Bitter Winter, añadiendo que los funcionarios exigieron que todas las instalaciones fueran puestas en marcha lo antes posible.
A fines de marzo, el Gobierno del condado de Jinxiang, administrado por la ciudad de Jining en la provincia oriental de Shandong, ordenó instalar cámaras de vigilancia en todas las iglesias protestantes y católicas para evitar la celebración de reuniones. El Departamento de Trabajo del Frente Unido (UFWD, por sus siglas en inglés) del condado de Chengwu en la ciudad Heze de Shandong también exigió instalar cámaras de vigilancia en las iglesias de las Tres Autonomías para poder monitorear la situación en tiempo real.
Cristianos procedentes de Gansu, Henán, Jiangxi y otras provincias reportaron información similar. Los directores de una gran cantidad de lugares fueron amenazados con cierres permanentes si se los sorprendía celebrando reuniones durante el brote de coronavirus. Los creyentes temen que las cámaras, instaladas en nombre de la prevención de la epidemia, permanezcan en sus lugares de culto, obstaculizando así aún más sus libertades religiosas.
Un diácono de una iglesia de las Tres Autonomías emplazada en la provincia central de Henán se siente preocupado por la invasión de cámaras de vigilancia en las iglesias. El pasado mes de diciembre, el UFWD local instaló por la fuerza más de 20 cámaras de vigilancia de alta definición con funciones de control de voz y reconocimiento facial en su iglesia, además de las 20 cámaras que habían sido previamente instaladas. «En una ocasión recibimos una llamada de funcionarios gubernamentales para hablar sobre el contenido de la bendición de un predicador que había sido capturado por las cámaras», afirmó el diácono. “Siempre saben cuántos miembros de la congregación hay en la iglesia y lo que se dice durante los sermones. Tenemos que hablar con precaución en todo momento. Si desobedecemos las órdenes impartidas por el Gobierno, nuestra iglesia será clausurada”. El diácono colgó un póster que decía: «Piensen cuidadosamente lo que van a decir, ya que hay cámaras de vigilancia en la iglesia», para recordarles a los miembros de la congregación que deben ser cautos y evitar ser sancionados por el Gobierno.
«El Gobierno instala cada cámara después de haber efectuado exhaustivas investigaciones para determinar la dirección a la que deben apuntar y asegurarse de que cada rincón de la iglesia esté cubierto», añadió el diácono. «Hablando claro, el Gobierno tiene como objetivo controlar a los creyentes y restringir el desarrollo del protestantismo».
En el mes de diciembre se instalaron cámaras similares en seis iglesias, tres mezquitas y tres templos budistas locales. En algunos de ellos, la cantidad total de cámaras ascendió a 16.
Los hogares de los creyentes también son vigilados
Durante los meses de marzo y abril, el Gobierno de una ciudad situada en la zona occidental de la provincia oriental de Zhejiang instaló cámaras de vigilancia en las entradas de los hogares de al menos siete miembros de la Iglesia de Dios Todopoderoso (IDT). Uno de ellos fue informado de que se estaba haciendo para «evitar los robos», lo cual solo era un pretexto. Cuando la familia se quejó de que las cámaras estaban violando su privacidad, un funcionario de la aldea les dijo que la policía local había indicado las ubicaciones precisas en las que debían ser instaladas y la dirección hacia la que debían apuntar.
En el mes de abril se instalaron cámaras de vigilancia en la entrada del hogar de una miembro de la IDT que acababa de ser liberada de prisión, donde había cumplido una condena a causa de su fe. Los trabajadores que las instalaron le dijeron a la creyente que dichas cámaras podían mostrar la información de identificación de los transeúntes.
Un oficial de seguridad pública procedente de Zhejiang le reveló a Bitter Winter que la policía está rastreando, vigilando y analizando los movimientos de los miembros de la IDT para planear una operación de arresto unificada contra la Iglesia en un futuro cercano.
Más del 70 por ciento de los residentes de una aldea del condado de Shunping de la ciudad de Baoding, en la provincia norteña de Hebei, son católicos. En diciembre del año pasado, el Gobierno local instaló cinco cámaras de vigilancia de alta definición en las principales intersecciones de la aldea y una cámara de 360 grados cerca del hogar de un sacerdote católico.
«La cámara se encuentra situada tan cerca de su hogar que puede captar lo que sucede en su interior si las cortinas están abiertas», afirmó un católico local, añadiendo que, debido a las cámaras, el sacerdote no puede viajar libremente. Los creyentes tampoco se atreven a visitarlo en su hogar.