El año pasado, en medio de la acelerada campaña del PCCh tendiente a erradicar la cultura y la fe musulmana, se clausuraron dos escuelas que ofrecían clases para aprender árabe y estudiar el Corán.
por Ma Xiagu
Durante años, mezquitas emplazadas en diferentes partes de China ofrecían clases para que los musulmanes pudieran aprender el idioma árabe y estudiar el Corán, pero desde la puesta en marcha de las represivas políticas religiosas del presidente Xi Jinping, numerosas clases de Sagradas Escrituras y escuelas de idiomas han sido clausuradas. Los musulmanes de etnia hui ahora enfrentan el peligro de que su fe y su cultura no puedan ser transmitidas a las generaciones futuras.
La escuela de idioma árabe emplazada en la aldea hui de Zhongshahai del distrito de Dingtao de Heze, una ciudad a nivel de prefectura de la provincia oriental de Shandong, fue establecida en el año 1985. Tal y como se describía en su folleto de admisión, era la única escuela privada que enseñaba árabe en la provincia y a la que asistían estudiantes musulmanes procedentes de todas partes de China. La misma también impartía cursos para estudiar el Corán. Durante los últimos 30 años, una gran cantidad de graduados de la escuela sirvieron como imanes en mezquitas situadas a lo largo de todo el país.
En noviembre de 2019, la escuela fue clausurada y todos los profesores, estudiantes e imanes fueron enviados a casa. La misma también se vio obligada a retirar su letrero y los símbolos de luna creciente y estrella que se hallaban grabados en las tres columnas situadas fuera del edificio. Un infiltrado en el Gobierno local le dijo a Bitter Winter que la escuela había sido clausurada para evitar la difusión del islam y para prohibir el estudio del idioma árabe y del Corán.
Según un musulmán local de etnia hui, en la primavera de 2019, la policía local allanó la escuela utilizando el pretexto de estar buscando «alborotadores y terroristas procedentes de Sinkiang», quienes supuestamente se habían infiltrado en la escuela. Los oficiales querían arrestar a todos los estudiantes procedentes de Sinkiang, pero gracias a la intervención del director de la escuela y de los profesores, los estudiantes pudieron evitar ser capturados.
«El Partido Comunista Chino (PCCh) es sumamente cruel», comentó un musulmán local. «La cantidad de imanes que sirven en las mezquitas disminuirá si se impide que las escuelas cultiven a jóvenes seguidores del islam, y nuestra fe podría desaparecer gradualmente en el futuro. ¿Qué tiene de malo nuestra creencia en Alá? ¿Por qué el PCCh nos intimida de esta forma? Xi Jinping es ateo, pero no puede negarnos nuestra religión».
De acuerdo con las “Sugerencias para fortalecer y mejorar el trabajo con el islam bajo las nuevas circunstancias”, un documento conjuntamente emitido por la Oficina General del Comité Central del PCCh y la Oficina General del Consejo de Estado el 19 de abril de 2018, no se permite la promoción ni el uso del árabe como idioma de minorías étnicas. Por consiguiente, las escuelas que enseñan árabe tienen prohibido cultivar sucesores del clero, impartir cursos religiosos, llevar a cabo actividades religiosas y enviar estudiantes religiosos a estudiar al extranjero. Como consecuencia de ello, numerosas escuelas que enseñan árabe han sido clausuradas en las zonas pobladas por musulmanes.
En julio de 2019, el director y algunos profesores y estudiantes de una escuela privada que enseñaba árabe en Yinchuan, la capital de la Región Autónoma Hui de Ningxia, fueron arrestados e interrogados por almacenar y distribuir el Corán.
Según un profesor de la escuela, aproximadamente 100 000 coranes fueron confiscados y quemados. Nadie se atrevió a protestar, sabiendo bien que serían arrestados si se atrevían a hacerlo. El profesor le dijo a Bitter Winter que la escuela había existido por más de 30 años y que el año pasado tenía más de 200 estudiantes musulmanes de etnia hui, de entre 15 y 18 años.
En el mes de noviembre, el Gobierno de la ciudad de Yinchuan les ordenó a los estudiantes de la escuela que se tomaran vacaciones, y los profesores fueron despedidos y enviados a casa.
«El Gobierno ya no permitirá que nuestra escuela continúe enseñando el idioma árabe ni el Corán», se lamentó el profesor. «Los niños solo pueden aprender el idioma chino. En lugar de clausurar oficialmente la escuela, el Gobierno les dijo a los estudiantes que se tomaran vacaciones. Pero podríamos ser arrestados si la escuela continúa enseñando. Las autoridades temen que las personas de fe se alíen con ‘fuerzas extranjeras'».