El PCCh intensifica su campaña tendiente a erradicar los lugares de culto que no pertenezcan a la Iglesia oficial de las Tres Autonomías. Se destruyen Biblias, se incautan bienes y numerosos creyentes son arrestados.
por Li Guang
Bitter Winter continúa recibiendo más informes sobre medidas represivas llevadas a cabo contra personas de fe, organizadas antes de la celebración del 70 aniversario de la fundación de la República Popular China y dirigidas principalmente a las iglesias domésticas protestantes.
Reprimido en nombre del «mantenimiento de la estabilidad social»
Durante el mes de julio, a fin de fortalecer el trabajo de «mantenimiento de la estabilidad» para las celebraciones del Día Nacional, el Gobierno municipal de una ciudad de la provincia central de Henán emitió un documento, exigiéndole a cada municipio y subdistrito que tomara medidas para realizar un «control efectivo de personas clave y poco fiables». Según el edicto, cada institución debía llevar a cabo investigaciones exhaustivas en su jurisdicción a fin de identificar al personal esencial en las iglesias domésticas, colocarlos en la «línea de visión» del Gobierno y «asegurarse de que estén totalmente controlados».
En el mes de agosto, funcionarios del distrito de Suiyang de la ciudad de Shangqiu, en Henán, fueron obligados a realizar inspecciones diarias para descubrir personas de fe en su jurisdicción. Si descubrían reuniones compuestas por dos o tres personas, los funcionarios debían investigar a fondo el asunto para asegurarse de que no estuviera relacionado con la religión.
Según un funcionario de una aldea de la zona, para reprimir las actividades religiosas, el Gobierno del poblado formuló un sistema de «cuatro controles»: buscar lugares de reunión religiosa privados, averiguar si predicadores y pastores de fuera de la ciudad impartían sermones, localizar extranjeros que visitaran lugares religiosos e identificar a los creyentes que pertenecieran a grupos religiosos catalogados como xie jiao.
10 000 Biblias fueron incautadas para ser destruidas
A fines de julio, aproximadamente 20 funcionarios gubernamentales de una ciudad de la provincia de Henán forzaron la puerta de un lugar de reunión perteneciente a una Iglesia doméstica cuando estaba vacío y lo registraron. Confiscaron aproximadamente 10 000 Biblias e himnarios, un equipo de música, un proyector, sillas y otros objetos de valor de la iglesia. Una fuente infiltrada en el Gobierno le informó a Bitter Winter que todas las Biblias incautadas iban a ser destruidas.
Tras la redada, la persona a cargo del lugar de reunión fue detenida para ser interrogada. Los funcionarios que lo investigaron afirmaron que la represión del cristianismo es una política nacional, y todos en China debían creer en el Partido Comunista y no practicar su fe. Acusado de celebrar «reuniones ilegales», el encargado fue obligado a firmar un Aviso sobre la orden de cese de actividades religiosas, prometiendo no organizar ninguna actividad de este tipo en el futuro. Los funcionarios lo amenazaron con imponerle una multa de 50 000 yuanes (alrededor de 7000 dólares) y pasarle su caso a las instituciones de seguridad pública si no firmaba el aviso.
Congregaciones obligadas a reunirse en secreto
A principios de junio, la policía allanó y clausuró cuatro lugares de reunión pertenecientes a la Iglesia de Todo Ámbito emplazados en el condado de Jianshui de la prefectura de Honghe, en la provincia suroccidental de Yunnan.
Según un creyente de uno de los lugares, los oficiales de policía le dijeron al predicador y a los miembros de la congregación que «es ilegal creer en Jesús», y los llevaron a todos a la estación de policía local para interrogarlos. La mayor parte de los creyentes arrestados fueron liberados el mismo día, pero el predicador permaneció detenido durante 15 días acusado de «perturbar el orden público». Se confiscaron Biblias, himnarios y otros libros cristianos.
El creyente también reveló que otros tres lugares de reunión también fueron allanados en la zona, algunos miembros de la congregación también fueron arrestados y dos predicadores permanecieron detenidos durante 15 días.
El 4 de agosto, la policía clausuró lugares de reunión pertenecientes a la Iglesia Reformada del Evangelio Enfu y a la Iglesia Reformada Xishuipang, ambos emplazados en Chengdu, la capital de la provincia suroccidental de Sichuan. Cinco pastores y presbíteros de estas dos iglesias firmaron una declaración conjunta en agosto del año pasado denunciando la represión de iglesias domésticas llevada a cabo por el Gobierno chino. Numerosos pastores que colocaron sus firmas en la declaración han sido extensamente perseguidos por las autoridades, y sus lugares de reunión han sido clausurados.
Un miembro de la Iglesia Reformada del Evangelio Enfu le dijo a Bitter Winter que, en el mes de marzo, la policía presionó al arrendador del lugar de reunión de la Iglesia, amenazándolo con imponerle una multa de 20 000 a 200 000 yuanes (aproximadamente 2800 a 28 000 dólares) si continuaba alquilándole a los creyentes, pero el mismo se negó a obedecer. El pastor de la iglesia fue frecuentemente convocado para ser interrogado y amenazado por la policía. Durante los servicios dominicales del 9 de junio y del 14 de julio, varios agentes de policía se presentaron en la iglesia para hostigar a la congregación tomando fotos de los mismos.
Luego de la clausura de los lugares de reunión, los miembros de la Iglesia Reformada Xishuipang y de la Iglesia Reformada del Evangelio Enfu ahora se ven obligados a reunirse en pequeños grupos y en lugares secretos para evitar nuevas persecuciones. Dado que los teléfonos móviles de algunos creyentes, predicadores y colaboradores de las iglesias son monitoreados, cada vez se les dificulta más continuar organizando actividades religiosas en tales condiciones.