Los ciudadanos chinos en el continente son sancionados por utilizar redes sociales o sitios web extranjeros. Los que publiquen comentarios desfavorables para el régimen podrían terminar en la cárcel.
por Xiao Baiming
China ha creado un sofisticado mecanismo de censura conocido como el “Gran Cortafuegos” de China para limitar y controlar el acceso de sus ciudadanos a fuentes de información extranjeras en línea y a plataformas de redes sociales. Los que desean eludirlo deben utilizar redes privadas virtuales (VPN) u otros métodos. Muchas personas intentan hacer exactamente eso, pero a menudo son descubiertas y sancionadas por las autoridades.
El 19 de mayo, la Agencia de Seguridad Pública de Ankang, una ciudad a nivel de prefectura de la provincia noroccidental de Shaanxi, ordenó emitir una advertencia administrativa y aplicarle una multa de 500 yuanes (alrededor de 70 dólares) al Sr. Yang por acceder a sitios web extranjeros utilizando una VPN. La decisión, publicada en la cuenta de la Agencia en Weibo, un sitio chino de microblogging similar a Twitter, suscitó intensos debates entre los internautas chinos. Los mismos les pidieron a las autoridades que trataran a todos por igual y castigaran a Hu Xijin, editor en jefe de The Global Times, portavoces del Ministerio de Relaciones Exteriores de China y a otros funcionarios gubernamentales que también habían eludido el “Gran Cortafuegos”. El mensaje fue velozmente eliminado de Weibo.
A fines de 2019, numerosos diplomáticos chinos en el extranjero abrieron cuentas de Twitter en un intento de remodelar la imagen del Partido Comunista Chino (PCCh) en el exterior, lo cual también provocó críticas debido a la doble moral: ¿por qué a la gente común no se le permite eludir el “Gran Cortafuegos”, pero a los funcionarios sí?
En el mes de febrero, dos hombres procedentes de la provincia central de Henán fueron arrestados por haber accedido a sitios web extranjeros. «La policía me dijo que los sitios extranjeros solo informan rumores y me prohibieron acceder a ellos, volver a publicarlos o colocarles ‘me gusta’», le dijo uno de ellos a Bitter Winter. El mismo fue multado con 500 yuanes y liberado tras firmar una declaración de arrepentimiento.
El otro hombre, acusado de «perturbar el orden social», recibió instrucciones de la policía de «mantenerse alejado de Estados Unidos y ser leal a China», ya que el primero «lo adoctrina mientras el Partido Comunista siempre ha velado por él».
Algunas personas son puestas bajo vigilancia al ser consideradas elementos «peligrosos» tras ser atrapadas eludiendo el “Gran Cortafuegos”. A fines de 2019, un estudiante universitario de la provincia norteña de Shanxi visitó Pekín. Se sorprendió cuando la policía lo contactó por teléfono para preguntarle sobre su viaje. Pronto se dio cuenta de que los oficiales conocían su paradero porque había sido incluido en la lista de objetivos clave de vigilancia luego de que la Brigada de Seguridad Nacional lo convocara un año atrás por haber eludido el “Gran Cortafuegos”.
Quienes publican comentarios criticando al Gobierno chino en redes sociales no chinas enfrentan castigos aún más severos. Un usuario de Twitter, de nombre 中国 文字狱 事件 盘点 (@SpeechFreedomCN), ha recopilado registros públicos de internautas de China continental castigados por este «delito».
En uno de esos casos, en enero de 2019, el Tribunal Popular del condado de Chaoyang, en la provincia nororiental de Liaoning, dictó una sentencia de dos años en suspensión para Chen Guoji por «generar peleas y provocar problemas» y «causar un grave desorden público». ¿Cuál fue su crimen? «Colocar ‘me gusta’, y comentar y volver a publicar una gran cantidad de mensajes falsos, involucrando a los que dañan la imagen del Estado e insultan y difaman a sus líderes en plataformas en línea extranjeras». Los «errores» de Chen Guoji se encuentran desglosados en el veredicto: el mismo había publicado 22 tuits considerados «subversión del poder estatal», 33 tuits considerados «ataques a los sistemas estatales», 18 tuits considerados «ataques, insultos y difamación de los líderes estatales”, y 95 tuits considerados «discursos incitadores». Incluso los tuits que había republicado fueron considerados merecedores de sanción penal.
En noviembre de 2019, el Tribunal Popular Nro. 1 de la ciudad de Zhongshan de la provincia sureña de Cantón condenó a Wang Beiyuan a un año de prisión por “difamación». El tribunal determinó que de entre sus más de 2000 tuits, algunos fueron considerados «información perjudicial que difama a los líderes estatales y al Gobierno chino y ataca las políticas nacionales, dañando gravemente la imagen del Estado y perjudicando los intereses estatales».
El mismo mes, el Sr. Li procedente de la ciudad de Fushun de Liaoning fue sentenciado a un año de prisión por haber eludido el “Gran Cortafuegos” y haber publicado en Twitter 120 «mensajes falsos que perjudican la imagen del Estado y causan un grave daño a los intereses estatales».