Incitado por la propaganda gubernamental en contra de la religión, un hijo ataca a su madre y le prohíbe practicar su fe.
Wang Qin (pseudónimo), una miembro de la Iglesia de Dios Todopoderoso (IDT) de 67 años del condado de Lujiang, en la provincia oriental de Anhui, fue atacada físicamente por su hijo debido a sus creencias cristianas. Todo se debe a una práctica que comenzó durante la Revolución Cultural de Presidente Mao que el Partido Comunista de China (PCCh) está trayendo de vuelta con gran fuerza.
La “Experiencia Fengqiao”, una práctica de la era de Mao que las autoridades chinas están ahora utilizando para reprimir y eliminar a las religiones, enfrenta a las personas unas contra otras, alentándolas en buena medida a atacarse entre sí: que las masas ataquen a las masas, que las familias ataquen a las familias y que las diversas denominaciones religiosas ataquen a otras creencias religiosas.
Otra técnica que el PCCh parece estar reviviendo en su lucha contra las religiones data de tiempos anteriores. Los “exterminios familiares” o la “culpa por asociación” se utilizaron ampliamente en China durante la dinastía Shang (1766 a 1112 a. C.) e implicaban el castigo por decapitación de los criminales junto con sus familiares. Posteriormente, llegó a hacer referencia, en general, a un método de castigo mediante el cual todos los miembros de una familia son culpados por los delitos de una persona, con la esperanza de que, al hacer que toda la familia sea culpable, esto reduzca los delitos.
El Gobierno exacerba estas relaciones interpersonales mediante la difusión de falsa propaganda a través de los medios de comunicación del Partido y de propagar falsos rumores que difaman a los movimientos religiosos, como la IDT. Los documentos que han emitido todos los niveles de Gobierno también prohíben a las personas creer en Dios Todopoderoso; aquellos que lo hagan, no sólo serán destituidos de su cargo público, sino que sus hijos perderán cualquier promesa futura de educación y éxito.
Antes de que el PCCh comenzara a difundir estos mensajes, Wang Qin tenía todo el apoyo de su hijo, que es abogado.
“Mi hijo me decía con frecuencia: ‘Mamá, mantén tu fe sólida. Te apoyo. Si necesitas algo para apoyar tu fe en Dios, sólo dime y te lo compraré’. En una ocasión, le dije a mi hijo que necesitaba una computadora”, dijo Wang Qin. “De inmediato tomó su teléfono celular y me compró una computadora en línea. Después de que la computadora fue entregada en el domicilio, en repetidas ocasiones me enseñó a utilizarla. Después de que ya había aprendido un poco, solía animarme diciendo ‘Mi mamá es muy inteligente’”.
Luego la propaganda del PCCh comenzó a hacer su sucia labor, poniendo al hijo en contra de la madre. El hijo de Wang Qin comenzó a temer que su madre fuera arrestada por sus creencias y, no solo eso, sino que sus creencias lo implicaran a él —ya que el Partido había prometido que los pecados de los creyentes afectarían a quienes estuvieran asociados con ellos— y le fuera revocado su título de abogado.
Así pues, le exigió que renunciara a su fe y comenzó a utilizar los comentarios difamatorios del PCCh en contra de la IDT.
Sin embargo, Wang Qin no quería abandonar su fe y su hijo perdió los estribos y la atacó brutalmente.
“Era como si hubiera estado poseído. Me abofeteó cinco veces seguidas, levantó mi computadora portátil y la azotó al tiempo que decía enfurecido ‘¡Anda, ve y cree! ¡Ve y cree! Si sigues creyendo, algo terrible le ocurrirá a nuestra familia’”.
Wang Qin aún experimenta miedo cuando piensa en aquel día. Lo peor de todo es que los demás familiares de Wang Qin han comenzado a oponerse a su fe en Dios.
“Todo esto es un desastre familiar creado por las falsas noticias del PCCh y por la política de ‘culpa por asociación’”, dijo ella.
Informado por Lu An