Los monjes que vivían en el antiguo templo budista de Gaoshan, en la ciudad de Jiujiang, se vieron obligados a mudarse cuando el Gobierno chino destruyó el lugar sagrado.
Durante los últimos 40 años, se quemó incienso sin cesar en el Templo de Gaoshan, pero es algo que ya no podrá hacerse, porque las autoridades de la ciudad de Jiujiang, ubicada al noroeste de la provincia de Jiangxi, se salieron con la suya: amenazaron e intimidaron en reiteradas ocasiones al abad del templo, diciendo que el lugar sagrado sería destruido de una u otra manera para allanar el camino y que pudiera construirse una nueva carretera.
Templo de Gaoshan siendo demolido:
Poco a poco, desde mediados de septiembre, el Gobierno municipal de Jiujiang fue enviando personal para comenzar el desmantelamiento. En la tarde del 6 de noviembre, el Salón de la Gran Fuerza del Templo de Gaoshan fue derribado por un bulldozer. Dentro del Salón, 18 imágenes estatuas budistas por un valor de 10 millones de yuanes (unos 145 .000 dólares) fueron aplastadas y destruidas. El 14 de noviembre, el Templo de Gaoshan fue completamente arrasado. Todo lo que quedó fue una imagen estatua de Guanyin, la Diosa de la Misericordia, que fue trasladada en un vehículo.
El templo ahora es un montón de ruinas.
Según algunas fuentes, todo esto ocurrió después de que las autoridades municipales de Jiujiang se reunieran en abril con el abad y le dijeran que era necesario construir una carretera cerca del Templo de Gaoshan y que el templo tenía que ser trasladado a una montaña cercana. El abad se negó. El Gobierno envió personal en varias ocasiones para discutir el asunto, pero el abad no cedió.
A principios de septiembre, cinco miembros del Gobierno local y de la comisaría de policía fueron una vez más al templo para exigir que el abad firmara y aceptara que el templo fuera desmantelado y reubicado. El abad insistió en que no firmaría sin ver los documentos de demolición y el acuerdo de evaluación, momento en el que el jefe de la policía enfureció y gritó: “Soy un funcionario del gobiernogubernamental y no me obedece. Vamos, vamos… Llévenselo”. La policía escoltó al abad a la comisaría local e intentó hacerle firmar los documentos nuevamente. El abad volvió a negarse.
Ese día, más de 50 creyentes y la madre del abad fueron a la comisaría y le pidieron a la policía que lo liberara. Finalmente fue liberado sobre alrededor de la medianoche. Sin embargo, unos días después, el jefe de la estación de policía se reunió una vez más con el abad y lo amenazó, diciendo: “Puedo ponerle cualquier etiqueta que desee y no recibirás un solo centavoacusarlo de lo que yo quiera y no podrá defenderse. En algún lugar del paísun condado, un padre de familia no estaba dispuesto a ceder y firmar y el Gobierno terminó enviando agentes que pusieron dos armas y algo de polvo blanco en su automóvil privado. La policía registró su vehículo y detuvo directamente a dos hombres de la familia, los multó y los encarceló”.
La intimidación obligó al abad indefenso a firmar el acuerdo. Tras la firma, el Gobierno no cumplió su parte del acuerdo: debería haber pagado una compensación por el templo destruido de más de 40 millones de yuanes (cerca de 5 .808 .000 dólares), pero el Gobierno local no entregó ningún formulario de evaluación del procedimiento de demolición. Después de consultar con los funcionarios del Gobierno, al abad y sus compañeros creyentes se les prometió prometieron 15 millones de yuanes (aproximadamente 2 .178 .000 dólares) para el templo, pero hasta el momento solo han recibido aproximadamente 5 millones de yuanes (unos 726 .000 dólares).
“Si queremos construir otro templo, ese dinero está lejos de ser suficiente”, dijo un monje del Templo de Gaoshan. “Todas las imágenes estatuas de Buda del Salón de la Gran Fuerza fueron básicamente destruidas por el bulldozer. El templo sufrió grandes pérdidas. Nuestro templo en realidad no tenía que haber sido demolido, porque la carretera adyacente ya había sido construida”.
Los vecinos del lugar indicaron que las declaraciones del Gobierno sobre la necesidad de construir una carretera eran falsas, pero la destrucción del templo fue muy real.
Informado por Lin Yijiang