En lugar de utilizar las habituales expresiones cristianas de alabanza, los creyentes deben agradecerle al Partido Comunista Chino, o enfrentar graves consecuencias.
Wang Jialan, una miembro de la Iglesia de las Tres Autonomías de 70 años y que vive en la ciudad de Yucheng, en la provincia central de Henán, nunca esperó que el Gobierno la arrestara por decir «Gracias a Dios». Y, no obstante, en el mes de marzo, eso fue lo que sucedió.
La historia es la siguiente: Wang Jialan no proviene de una aldea rica, de modo que cuando recibió un subsidio de subsistencia, exclamó esas tres palabras prohibidas. En respuesta a su agradecimiento a Dios, el director de la oficina de asignaciones de subsistencia, la reprendió diciendo: “Este dinero le fue entregado por el Gobierno, no le fue concedido por Dios. ¿Por qué no le agradece al Gobierno y al presidente Xi Jinping?».
Luego, el director llevó a Wang Jialan a la estación de policía local, donde permaneció detenida durante cuatro días. La familia de Wang Jialan, preocupada al pensar que no podría soportar tal tormento a su avanzada edad, utilizó sus conexiones para pedir clemencia y gastó todos los ahorros familiares, los cuales totalizaban 3000 yuanes (aproximadamente 428 dólares), para lograr su liberación. Los familiares de Wang temían que la misma fuera arrestada nuevamente, por lo que de mala gana la enviaron al hogar de un familiar, situado en el sur de China, para que pudiera esconderse.
Un empleado gubernamental de la provincia de Henán le dijo a Bitter Winter que, a principios de este año, durante la reunión celebrada entre líderes gubernamentales para estudiar las políticas religiosas del Gobierno central, se señalaron algunos problemas, uno de los cuales fue el «grave problema ideológico» de las personas que decían «Gracias a Dios» al recibir una prestación de subsistencia por parte del Gobierno.
Como consecuencia de ello, corregir el «problema ideológico» de los cristianos se ha convertido en otra tarea que deberán llevar a cabo los funcionarios gubernamentales de bajo nivel.
En algunos lugares, a los cristianos incluso se les exige de manera explícita que digan «Gracias al Partido» luego de las inspecciones llevadas a cabo por superiores. La Sra. Zhao y su esposo, de la provincia de Henán, fueron amenazados y arrestados solo por «responder incorrectamente».
En el mes de octubre, funcionarios del Gobierno local fueron de casa en casa para quitar cruces e imágenes cristianas. Cuando vieron que la imagen de una cruz no había sido aún retirada de la casa de Zhao, un funcionario gubernamental le preguntó de manera severa: «¿Quién le otorga su subsidio de subsistencia?».
Sin dudarlo, Zhao respondió: “Gracias al Señor. Mi Señor me lo otorgó”.
El funcionario gubernamental se enfureció. Reprendió a Zhao utilizando un tono de voz muy alto por tener un «problema ideológico» y le dijo que debería estar agradeciendo al Partido, y no al Señor. También le dijo que, si lo repetía, su subsidio de subsistencia sería revocado y se le impondría una multa de 500 yuanes (aproximadamente 73 dólares).
Por otro lado, el esposo de Zhao inmediatamente condenó el cruel comportamiento del Gobierno y fue arrestado por ello.
«El Gobierno está realizando inspecciones de manera estricta y no permite que la gente crea en Dios», afirmó el secretario de la aldea un día después del incidente acaecido con Zhao. «Si algún miembro de una familia humilde dice ‘Gracias a Dios’ nuevamente, su estado de persona con bajos recursos será revocado».
Esto no es poco común. Desde el mes de mayo, Bitter Winter ha estado recibiendo información sobre casi 100 incidentes similares. La mayoría de estos incidentes han ocurrido en las provincias de Henán y Anhui, así como también en las provincias situadas en el noreste de China.
(Todos los nombres son pseudónimos.)
Informado por Jiang Tao