Un estudiante universitario indio comenzó a llevar a cabo una investigación sobre la Iglesia de Dios Todopoderoso y descargó su aplicación en La India. Poco después, fue enviado por mensaje por la Agencia Nacional de Ciberseguridad de China, los cuales le ofrecieron dinero si divulgaba los nombres de los miembros de la Iglesia con los que estuvo en contacto.
Un reciente documento oficial procedente de Estados Unidos señaló que el Partido Comunista Chino (PCCh) ahora está «cruzando la línea y cometiendo acciones criminales» en sus frenéticos esfuerzos por controlar su imagen en el exterior y luchar contra organizaciones prohibidas en China, incluidas las religiones minoritarias perseguidas y consideradas como xie jiao («enseñanzas heterodoxas»). En los últimos días, el acoso al cual han sido sometidos en Corea del Sur los refugiados de la Iglesia de Dios Todopoderoso (IDT), un nuevo movimiento religioso cristiano chino catalogado como xie jiao, y un ataque cibernético masivo contra Bitter Winter se encontraban entre los ejemplos de estas actividades delictivas.
Ahora Bitter Winter sabe de otra actividad criminal del PCCh en el exterior, su vigilancia ilegal de teléfonos celulares pertenecientes a ciudadanos extranjeros. Arnav (seudónimo), es ciudadano de La India y estudiante universitario allí. Es el dueño de un teléfono celular chino, producido por Xiaomi.
Meses atrás, Arnav comenzó a llevar a cabo una investigación sobre la Iglesia de Dios Todopoderoso. Se puso en contacto con la IDT en Hong Kong y comenzó a interactuar mediante WhatsApp con un miembro femenino de la IDT en Hong Kong. Ella le envió a Arnav documentos y videos y sugirió que Arnav instalara la aplicación de la IDT en su teléfono móvil, lo cual hizo.
El 3 de septiembre, Arnav recibió un mensaje enviado desde China a su cuenta de WhatsApp procedente de alguien que decía pertenecer a la Agencia Nacional de Ciberseguridad de China. El mismo afirmaba que habían detectado que Arnav estaba en contacto regular con algunos «traidores» de China, y le ofrecía 1000 dólares por el nombre y el paradero de sus contactos de la IDT en Hong Kong. Cuando Arnav se negó, el supuesto agente de Ciberseguridad lo amenazó primero, y luego elevó la oferta a 2000 dólares. Inseguro de si estaba realmente en contacto con el PCCh o estaba siendo víctima de una broma, Arnav bloqueó el número.
No obstante, el 4 de septiembre, recibió un mensaje de seguimiento de otro número de WhatsApp. Una vez más, alguien que afirmaba pertenecer a la Agencia Nacional de Ciberseguridad de China le pidió a Arnav que cooperara. Señaló que su agencia poseía «cuentas de WhatsApp ilimitadas» y que podrían acosarlo durante meses. Arnav también bloqueó el segundo número, solo para ser contactado nuevamente una tercera y una cuarta vez. Finalmente, la oferta fue elevada a 2500 dólares, con la promesa de que la agencia también le proporcionaría a Arnav una cuenta de una red social y números de «bellas mujeres» listas para conversar con él.
La persona que afirmaba ser un oficial de la Agencia de Ciberseguridad también comentó que todas las religiones están prohibidas en China y que será aniquilada a cualquier precio en los próximos años, y que los miembros de la IDT de Taiwán, Hong Kong y Macao también serán arrestados.
El personal técnico relaciona la extraña aventura de Arnav con el hecho de que la marca de su teléfono móvil es china. Ciertamente, intervenir teléfonos de ciudadanos pacíficos extranjeros en el extranjero es una grave violación del derecho internacional.