Las autoridades están acosando a las parroquias católicas clandestinas emplazadas en la Diócesis de Yujiang, intimidando a los creyentes para que se unan a la Asociación Patriótica Católica China.
Bitter Winter informó recientemente que los sitios de reunión pertenecientes a la Iglesia Católica Clandestina emplazados en la Arquidiócesis de Fuzhou, en la provincia costera suroriental de Fujian, han sido acosados por las autoridades e incluso han sido clausurados. Los miembros de la Iglesia Católica Clandestina situados en la provincia central de Jiangxi se enfrentan a la misma situación, padeciendo frecuentes coacciones y hostigamiento a manos de las autoridades. El Partido Comunista Chino (PCCh) interpreta el acuerdo entre el Vaticano y China del año 2018 en el sentido de que los sacerdotes y devotos simplemente deben unirse a la Asociación Patriótica Católica China (APCC) autorizada por el Estado, o en caso de negarse a hacerlo, ser perseguidos.
En la Diócesis de Yujiang, la Iglesia de la Anunciación es la única iglesia católica clandestina emplazada en el condado de Nanfeng, esta fue construida con 800 000 yuanes (aproximadamente 115 800 dólares) recibidos mediante donaciones realizadas por los creyentes. Esta iglesia ha logrado captar la atención de los funcionarios gubernamentales pertenecientes al Departamento de Asuntos Religiosos del condado de Nanfeng y del padre Zhang de la APCC. El 12 de agosto, siete u ocho oficiales de policía irrumpieron en la iglesia y presionaron a los creyentes para registrar su información de identidad y obligarlos a unirse a la APCC, pero los fieles se negaron a hacerlo.
“Si firman (para unirse a la APCC), la iglesia seguirá en pie. Si no firman, la iglesia será demolida», los amenazó un oficial de policía.
Esta comunidad ha sido frecuentemente acosada en el pasado. A mediados de abril, más de 20 funcionarios gubernamentales procedentes del Departamento de Asuntos Religiosos del condado y del Departamento de Trabajo del Frente Unido allanaron la iglesia y repitieron los lineamientos del partido: «¡Si no se registran y se unen a la Asociación Patriótica Católica, (la iglesia) será considerada ilegal! Si no firman, serán capturados y encarcelados».
Los oficiales fotografiaron a los creyentes por la fuerza y registraron los números de sus teléfonos móviles.
Debido al reiterado hostigamiento y a las amenazas de las autoridades, los creyentes no pudieron seguir celebrando reuniones como lo hacían habitualmente. Para proteger a la iglesia, la cerraron y se dirigieron a la montaña situada detrás de la aldea para celebrar allí la misa de los domingos. Pero una vez más fueron descubiertos por el Gobierno local y perseguidos.
El 15 de agosto, los creyentes estaban rezando en la montaña cuando el director del Departamento de Asuntos Religiosos del condado se presentó en el lugar, fotografió a los creyentes y les dijo que no podían congregarse allí. A menos que, por supuesto, se unieran a la APCC. Si no lo hacían, la montaña sería acordonada. Pero lo que es peor aún, el Gobierno local emitió una notificación en la que afirmaba que si los creyentes no aceptaban unirse a la APCC, su iglesia sería embargada en un plazo de siete días y, como si esto no fuera suficiente, sus hijos no podrían asistir a la escuela.
Eso obligó a algunos creyentes a firmar.
Un miembro de la Iglesia reveló que las autoridades habían incluido al sacerdote de la Iglesia en una lista negra debido a su negativa a unirse a la APCC. El mismo también ha sido designado como el objetivo principal de la campaña creada por las autoridades para «erradicar el crimen de pandillas y eliminar el mal». Esta es una iniciativa nacional, puesta en marcha en enero de 2018 y promovida como una herramienta para combatir el crimen organizado, pero que no obstante, es una campaña más dirigida contra los creyentes religiosos. El sacerdote en cuestión corre peligro de ser arrestado en cualquier momento.
Según fuentes, a fines de septiembre, la policía local hostigó y clausuró un sitio de reunión perteneciente a una Iglesia clandestina situado en el poblado de Rongshan de la Diócesis de Yujiang. Por otra parte, en el mes de julio, una clase (compuesta por alumnos de edades comprendidas entre los 9 y los 13 años) que se estaba impartiendo en una iglesia católica clandestina emplazada en el poblado de Qiuxi de la diócesis también se vio obligada a disolverse luego de ser acosada por las autoridades.
Mientras clausuraba la clase, un oficial de policía les dijo a los estudiantes: «Ustedes son los sucesores del Partido Comunista. No deben aprender la verdad de Dios ni ser discípulos de Dios».
En la Diócesis de Yujiang, el obispo clandestino (Thomas) Zeng Jingmu fue arrestado varias veces por las autoridades por negarse a unirse a la APCC y pasó 30 años en prisión. Tal y como Bitter Winter informó anteriormente, se sospecha que el 2 de abril de 2016, el PCCh persiguió hasta la muerte al obispo Zeng Jingmu. Dos años después, las autoridades embargaron ilegalmente la única iglesia católica clandestina existente en la diócesis. Para escapar de la represión de las autoridades, los creyentes que no están dispuestos a unirse a la APCC no tienen más remedio que organizar sus reuniones en el modo de «guerra de guerrillas» y aferrarse con devoción a sus creencias, incluso en este ambiente violento.
Información de Lin Yijiang