China intenta desesperadamente ocultar el genocidio impulsado por su industria de trasplantes
En 2015, China anunció que pondría fin a su política, de décadas de duración, de sustracción de órganos de prisioneros ejecutados para ser utilizados en su próspera industria de trasplantes. No obstante, las cifras indican que los presos de conciencia siguen siendo víctimas de esta práctica inhumana.