El Gobierno clausuró más de 100 lugares de reunión que se hallaban emplazados en la arquidiócesis de Fuzhou, los cuales estaban dirigidos por sacerdotes que continúan resistiéndose a unirse a la Iglesia patriótica.
por Ye Ling
A fines de agosto de 2019 y con el objetivo de adoctrinar y transformar a los objetores de conciencia católicos, el Departamento de Trabajo del Frente Unido (UFWD, por sus siglas en inglés) y la Agencia de Asuntos Étnicos y Religiosos de Fuzhou, la capital de la provincia suroriental de Fujian, organizaron una conferencia de capacitación de 3 días de duración para el clero de la arquidiócesis de Fuzhou. El hecho de que solo cinco sacerdotes asistieran a la misma irritó a las autoridades.
Como represalia, el Gobierno confiscó más de 100 lugares de reunión católicos existentes en la arquidiócesis. En la ciudad a nivel de condado de Fuqing administrada por Fuzhou, la ciudad natal del padre Lin Yuntuan, el antiguo administrador apostólico designado por el Vaticano en Fuzhou, todos los lugares de culto católicos fueron clausurados.
Un sacerdote procedente de Fuqing le dijo a Bitter Winter que el Gobierno cree que el Padre Lin, una figura carismática e influyente en la arquidiócesis, lidera a los objetores de conciencia católicos que se niegan a unirse a la Asociación Patriótica Católica China (APCC). El Partido Comunista Chino (PCCh) lo ve como un obstáculo en el proceso de «unificar y transformar» al clero católico. Es por eso que quieren ejercer presión sobre el padre Lin clausurando todos los lugares de culto en Fuqing, con la esperanza de que comience a cooperar con el Gobierno.
Según nuestras fuentes, todos los lugares que pertenecían a lo que solía conocerse como la Iglesia católica clandestina en los distritos de Jin’an y Gulou de Fuzhou han sido clausurados. En el mes de octubre, el Gobierno publicó un aviso de demolición en la conocida Iglesia de Haiyan (海燕 教堂 haiyàn jiàotáng) emplazada en el distrito de Jin’an, alegando que se trataba de un «lugar de reunión ilegal». Se instalaron cuatro cámaras de vigilancia en la misma.
Funcionarios gubernamentales le advirtieron al sacerdote de la iglesia que, si continúa negándose a unirse a la APCC, desmantelarán la iglesia. Un miembro de la congregación le dijo a Bitter Winter que los funcionarios querían enseñarle una lección al sacerdote desobediente clausurando la iglesia, porque no había asistido a la conferencia de capacitación celebrada en el mes de agosto.
Del mismo modo, en el mes de octubre, el Gobierno del poblado de Guhuai reprimió a la Iglesia de Yantang (雁 塘 堂 yàntáng táng) emplazada en el distrito de Changle, en Fuzhou, alegando que se trataba de un «edificio ilegal». Trabajadores contratados por el Gobierno deambularon por la iglesia portando martillos, palas y otras herramientas, y comenzaron a perforar el piso de hormigón del segundo piso de la iglesia para hostigar a los feligreses durante la misa. Los funcionarios amenazaron con demoler la iglesia si el sacerdote se negaba a unirse a la APCC. El sacerdote no cedió.
El 11 de octubre, un grupo de policías irrumpió repentinamente en un lugar católico emplazado en el distrito de Changle mientras más de 30 sacerdotes celebraban una reunión. Los oficiales registraron la información personal de cada uno de los sacerdotes y luego detuvieron al padre Guo Jinming, un sacerdote procedente de la vecina Fuqing, utilizando el argumento de que había «cruzado la frontera del distrito para predicar».
Luego del acuerdo entre el Vaticano y China del 2018, el Vaticano permite que los católicos se unan a la APCC, pero afirmando que las comunidades que se nieguen a hacerlo por razones de conciencia deben ser «respetadas». Parece que las autoridades del PCCh están haciendo caso omiso a la parte que habla de «respeto».
Un sacerdote de Fuqing reveló que el UFWD de la provincia de Fujian está planeando «transformar a los sacerdotes rebeldes» en tres grupos, comenzando con el distrito de Changle de Fuzhou, luego la ciudad de Fuqing y el norte de Fujian y finalmente, el resto de Fujian.
En el mes de noviembre, aproximadamente 30 sacerdotes procedentes del distrito de Changle fueron convocados por funcionarios del UFWD provincial y municipal y por la Agencia de Seguridad Nacional de la ciudad.
“El Gobierno despliega todos los medios disponibles para intentar manejarnos. Uno de sus enfoques es el acoso”, afirmó un sacerdote del distrito de Changle que se niega a unirse a la APCC. “Hablan contigo por lo menos durante medio día en cada oportunidad. Al acosarte sin parar, su objetivo es terminar quebrantando tu voluntad”. El sacerdote añadió que el Gobierno ha mantenido al clero bajo estrecha vigilancia y les ha prohibido reunirse en privado, por temor a que se unan a la resistencia.
«Obviamente, el Gobierno está tratando de obligarnos a unirnos [a la APCC]», explicó el sacerdote. El mismo añadió que la crisis se ha profundizado desde el acuerdo entre el Vaticano y China del 2018, tras lo cual, afirmó, el Vaticano ya no está apoyando activamente a los sacerdotes que se niegan a unirse a la APCC. Según el sacerdote, cada vez más miembros del clero se vuelven progubernamentales y las iglesias rebeldes se están desintegrando poco a poco.
Un sacerdote de la diócesis de Mindong le dijo a Bitter Winter que el Gobierno central está llevando a cabo una campaña sistemática contra los objetores de conciencia católicos. Según él, el primer paso es convocar a todos los miembros del clero católico para llevar a cabo conversaciones, adoctrinamiento y transformación, obligándolos a firmar solicitudes de adhesión a la APCC. Tomando como modelo la jerarquía de la Iglesia católica, el PCCh establecerá un sistema de gestión similar: miembros de la congregación, sacerdotes, obispos, el liderazgo de la Conferencia Episcopal, la APCC, el Comité Central del PCCh. «Poco a poco, el régimen podrá ir cortando completamente los lazos de las iglesias católicas en China con sus contrapartes en el extranjero, el Vaticano y el papa en particular», afirmó el sacerdote, al margen de lo que esté escrito en el acuerdo del 2018, cuyo texto permanece en secreto.