El Partido Comunista Chino está tomando medidas enérgicas contra los miembros de su organización que secretamente creen en Dios. La devoción al partido debe ser absoluta.
En China, a los miembros del Partido Comunista siempre se les ha prohibido tener creencias religiosas. En agosto pasado, las autoridades del Partido Comunista Chino (PCCh) incorporaron este principio convencional en la modificación de las Normas disciplinarias del Partido Comunista Chino, y ampliaron los castigos para los miembros del Partido con creencias o simpatías religiosas.
Para promover estas nuevas normas entre los miembros, el Departamento de Organización del PCCh subió un video de cinco minutos, “un breve comunicado”, en su “sitio web para la educación a distancia moderna para los miembros y funcionarios del Partido en todo el país”. El video alienta a los miembros del Partido a estudiar y enfatiza que existe “tolerancia cero” en relación con los miembros del Partido que simpatizan con la religión. El video también indica que incluso después de dejar sus cargos oficiales, los miembros del Partido tienen prohibido creer en alguna religión y participar en actividades religiosas. Si se descubre que lo hacen, serán expulsados del Partido.
Desde que se implementaron estas nuevas normas, las autoridades han estado investigando las creencias religiosas de los miembros del PCCh. Liu Cheng, un miembro del Partido de unos setenta años que vive en la ciudad de Shangzhi, en la provincia nororiental de Heilongjiang, recibió una advertencia: abandone sus creencias religiosas y su fe en Dios.
Según el Sr. Liu, en diciembre de 2018, el Departamento de Organización de la ciudad de Shangzhi envió personal para advertirle que creer en Dios y creer en el Partido no son aspectos compatibles. A los miembros del Partido no se les permite tener ninguna creencia religiosa. Solo deben creer en el Partido Comunista y seguir la ideología del ateísmo marxista, de lo contrario son expulsados del Partido.
El Sr. Liu dijo que, desde que comenzó a creer en Dios, se siente preparado para retirarse del Partido. Tras la enorme presión de las autoridades, finalmente decidió retirarse.
Durante el mismo período, el secretario adjunto de una escuela de la ciudad de Dandong recibió una amonestación disciplinaria de la Comisión de Inspección Disciplinaria de la Oficina de Educación por el simple hecho de creer en Dios. Fue relevado de todos los deberes dentro del Partido.
La enorme presión del PCCh obliga a los miembros del Partido a ceder y a hacer concesiones.
Wang Xinguang es el diácono principal de una Iglesia del Movimiento Patriótico de las Tres Autonomías, aprobada por el Gobierno, de la ciudad de Shangrao, en la provincia sureste de Jiangxi. Según algunas fuentes, el Gobierno local le advirtió a Wang que los miembros del Partido no eran personas comunes, porque el Partido Comunista es ateo y sus miembros solo pueden creer en el marxismo-leninismo. No pueden tener otras creencias y no pueden participar en ninguna actividad de la Iglesia. Hacerlo sería violar las normas disciplinarias del Partido y, en consecuencia, recibirían un castigo disciplinario y serían expulsados del mismo. Además, sus hijos también sufrirían las consecuencias. En el futuro, no podrían unirse al ejército y sus perspectivas de empleo se verían afectadas.
Tras semejante advertencia, al Sr. Wang no le quedó más remedio que renunciar a su cargo de diácono principal de la Iglesia y ya no puede participar en ninguna actividad de la misma.
En la Constitución china se establece que los ciudadanos gozan de libertad de creencias religiosas. La realidad, sin embargo, es que las autoridades del PCCh siempre han atacado la fe religiosa y no les han garantizado a los ciudadanos el derecho a la libertad de creencia. La represión y persecución que sufrieron el año pasado la Iglesia Zion de Pekín y la Iglesia del Pacto de la Lluvia Temprana de Chengdu son sólo unos de los ejemplos más infames de la acción del Partido contra la religión. Claro está, esto es algo que aplica para la gente común, pues, ya que para los funcionarios y miembros del Partido, la fe religiosa es algo más allá que una “línea roja” que no se puede cruzar.
Quienes investigan sobre el tema de la religión en China explican que muchos miembros y funcionarios del Partido ocultan sus creencias y participan en actividades religiosas. Fenggang Yang, profesor de sociología de la Universidad de Purdue en Estados Unidos, se apoya en una encuesta realizada por Horizon Research en 2007, según la cual al menos el 85 % de los miembros del PCCh tendrían cierta inclinación religiosa o participarían en actividades religiosas.
El hecho de que tantos miembros del Partido tengan creencias religiosas también es considerado como un peligro latente por las autoridades. Hu Ping, comentarista político y editor en jefe honorario de Beijing Spring, dijo en una entrevista para Voice of America, que la ofensiva del Partido contra los miembros religiosos está dirigida a eliminar los obstáculos que impiden acabar con las actividades religiosas locales.
(Todos los nombres usados en el artículo son seudónimos)
Información de Piao Junying