En el lugar donde estaba emplazada la iglesia de Sanjiang en la provincia de Zhejiang, creyentes que estaban haciendo un momento de silencio para conmemorar la demolición de la misma realizada cuatro años atrás, fueron detenidos por las autoridades.
En abril de 2014, la iglesia de Sanjiang de la ciudad de Wenzhou en Zhejiang fue demolida utilizando explosivos, hecho que por aquel entonces fue ampliamente divulgado en los medios de comunicación internacionales y causó una condena generalizada tanto en China como en el extranjero. Cientos de personas fueron desplegadas para destruir la iglesia, cuya construcción costó alrededor de 30 millones de yuanes (más de 4 millones de dólares), y fue convertida en ruinas en tan solo diez horas.
El 28 de abril de 2018, en el cuarto aniversario de la destrucción, varios exmiembros de la congregación de la iglesia regresaban de un funeral y se detuvieron junto a las ruinas de la iglesia para hacer un momento de silencio. Inmediatamente, decenas de agentes de policía rodearon a los creyentes y los arrestaron. Solo después de que sus interrogatorios determinaran que no se trataba de una acción predeterminada, fueron liberados.
Según fuentes bien informadas, los cristianos que fueron encarcelados por protestar contra la demolición de la iglesia en el año 2014 siguen bajo estricta vigilancia. No solo están obligados a llevar sus teléfonos móviles consigo en todo momento e informar su paradero, sino que también están obligados a reportarse mensualmente ante las autoridades y someterse a reuniones de adoctrinamiento, las cuales las autoridades llaman “educación». Incluso los cristianos que tienen familiares gravemente enfermos, no se libran de las persecuciones. En el tercer aniversario de la demolición, la policía detuvo al pastor Huang Yizi, el cual anteriormente había sido encarcelado por proteger la iglesia en el año 2014.
El 7 de mayo de 2018, ocho cristianos que fueron detenidos y arrestados por proteger la Iglesia de Sanjiang hace cuatro años, fueron citados nuevamente por las autoridades y obligados a someterse a tres días de «educación».
Según los analistas, el Partido Comunista Chino constantemente despliega fuerzas adicionales durante los aniversarios de eventos como la demolición de iglesias o la muerte de personas prominentes para vigilar a los «grupos sensibles» y controlar estrictamente a la opinión pública. Por ejemplo, el séptimo día luego del fallecimiento del Premio Nobel de la Paz chino Liu Xiaobo, la policía detuvo a más de una docena de personas que asistían a su funeral (en la tradición budista y daoísta, el alma del difunto permanece en el cuerpo durante siete días antes de ascender al cielo). Las autoridades bloquearon todos los eventos tendientes a conmemorar el primer aniversario de la muerte de Liu Xiaobo.
Informado por Li Yijiang